La creación de la Academia Pontificia para la Vida en el Vaticano es una acción de la Iglesia Católica que promueve el valor de la persona, por el cual se pueden dar todos los demás valores en ella. Desde Aristóteles hasta Maritain, entre muchos otros autores actuales, han propuesto la corriente filosófica del personalismo con una jerarquización de valores en los que la vida y el cuerpo humano son contemplados como requisitos fundamentales para poder ejercer todas las demás potencias del hombre; su libertad o autonomía, su inteligencia, su capacidad de comunicarse y de aportar lo que él es a la sociedad a la que pertenece.

Publicado: 1994-01-13