El sentido de la libertad en la elección del acto bioético

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Jorge Lara, Dr.

Resumen




El tema de la libertad es tan antiguo como la Filosofía misma. A lo largo de la historia ha sido concebida como facultad volitiva, virtud idealizada e inclusive mito o leyenda, imputada a la incre- dulidad que algunas corrientes le asignan por los límites impues- tos en su naturaleza.


Podría pensarse que la Ética restringe la libertad, restándole valor objetivo e incuso sentido. Lo que es un hecho es que en la elección del acto bioético se manifiesta su esencia. El autor exa- mina en este análisis no sólo la fortaleza e implacabilidad de la libertad en la elección del acto bioético, sino el sentido de los lí- mites en la decisión de la existencia humana.




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Cómo citar
Lara, J. (2014). El sentido de la libertad en la elección del acto bioético. Medicina Y Ética, 25(3), 393–401. Recuperado a partir de https://revistas.anahuac.mx/index.php/bioetica/article/view/715
Sección
Artículos
Biografía del autor/a

Jorge Lara, Dr., Universidad Anáhuac México

Profesor de la Facultad de Bioética, Universidad Anáhuac. Cardiólogo Rehabilitador y Maestro en Bioética.

Citas

1 Schopenhauer en su libro La Libertad analiza en primera instancia lo que es la conciencia, definiéndola como “la percepción directa e inmediata del yo”, acu- ñando así la problemática central de su reflexión al respecto: la libertad es un problema de conciencia no de volición: La Libertad, Editorial Alba, Madrid, 1999.
2 El deber ser es el límite al que debe tender la libertad; una libertad que de he- cho Kant expresa en sentido positivo hasta llamarla autonomía, debido a que la ley práctica o moral es la condición de la libertad para que pueda ejercitarse, li- berándolo así de cualquier condición que quede en el mero impulso o deseo, o bien, que salte al extremo opuesto patológico. Es tan riguroso Kant con la obe- diencia que debemos tener con la ley práctica a fin de construir la libertad que sería enfermizo no seguirla. Este concepto, rígido y cuadrado de la emancipación que la libertad hace del mal al limitarse a sí misma en la moralidad, ha llevado a este pensador a fundar las bases teóricas de la dignidad de la persona humana; sin embargo, la gran crítica general a Kant en este sentido se fundamenta en la pregunta: ¿qué sentido tiene seguir el deber por el deber? De tal forma que con este argumento se rompe esta formulación kantiana que podría por contradecir la naturaleza libre de la libertad. Kant, Emmanuel, Crítica de la Razón Práctica, Salamanca, Ediciones Sígueme, 1994.
3 ACC/AHA son las siglas de American Collegue of Cardiology / American Heart Association. Dicha entidad establece cuatro grados tipificados con letras mayús- culas dependiendo de la severidad del cuadro: A con factores de riesgo asinto- mático sin enfermedad estructural. B sintomático sin enfermedad estructural. C sintomático con enfermedad estructural. D Insuficiencia Cardíaca recurrente con hospitalizaciones frecuentes pese a tratamiento máximo óptimo. Fuente: Guías ACC/AHA 2010.
4 Esta es justo la forma propuesta de concebir la libertad para resolver el tema de los límites: si frente a nosotros se presentan como seres humanos una infinidad de límites que parecieran encarcelar la facultad de la libertad dentro de éstos, es menester, por el contrario, verlos como las sustancias que permiten que la liber- tad sea libre; pues es gracias a la multiplicación de estos límites que la libertad puede existir para elegir de entre de las opciones limitantes la que más le sea veleidosa.
5 Binetti, María, J.; El Estadío Ético de Kierkegaard en las categorías lógicas de Hegel: posibilidad, realidad y necesidades actuales. Cosmos and History: The Jo- urnal of Natural and Social Philosophy, Vol. 3, N° 2-3, 2007.
6 Sartre parte de la suposición (y debemos entenderlo por el contexto de la épo- ca) de que no existe ni Dios ni conciencia, no hay naturaleza humana, el ser hu- mano no tiene una esencia dada, sólo se sabe que existe (y no precisamente con una esencia). Al no existir determinación alguna impresa en nuestro ser, la liber- tad no es una facultad que tenemos, sino algo que somos en sentido absoluto: somos una libertad oscilante y furtiva que busca entrometerse por donde sea (con los actos éticos y anti-éticos, sean justos o injustos) con tal de elegir aque- llo que dé sentido a la existencia vivida. Por tanto, en lugar de ser, nos compete hacer; de hecho, debemos comprometernos a hacer algo para ser libres y sólo a través de nuestros actos comprometidos podemos obtener esa esencia perdida: “El hombre no es más que la suma de sus actos... sólo existe en la medida en que realiza su proyecto. La libertad es la nada en el corazón del hombre, que lo compele a hacerse a sí mismo”. Sin embargo, esta concepción de libertad abso- luta y su ateísmo (aunque él mismo reconoce que si Dios existiera esto no cam- biaría en nada), orilla a Sartre a negar la existencia de valores universales, pi- diendo al hombre que en su más íntima soledad encuentre cómo actuar sólo con su entera responsabilidad. Sartre, J.P., El Ser y la Nada, Editorial Lozada, Méxi- co, 2005.
7 Ídem.
8 En su texto, Hegel explica cómo el método dialéctico se da a través de la evolu- ción del pensamiento epistemológico que enfrenta una tesis a una antítesis para generar subsecuentemente una síntesis que las incluya. Hegel, F., Enciclopedia de las Ciencias Filosóficas, Editorial Porrúa, México, 2007. De alguna manera en este fragmento hago alusión a que la forma del acto libre proviene de dos fren- tes: el subjetivo (tesis) y el objetivo (antítesis). El sentido de la libertad de alguna manera sería la síntesis que las incluye.
9 Yalom, I.D., El Día que Nietzsche Lloró, Emecé Editores, Buenos Aires, Argenti- na, 2008, p. 308.